Cada vez son más las personas interesadas en hacer un cerramiento de terraza por el amplio abanico de ventajas que conlleva. Es una forma estupenda de ganar metros e incorporar la terraza al interior de la vivienda. Se puede crear en ella una zona de trabajo, un rincón de juegos, un vestidor… Por supuesto, es indispensable elegir un cerramiento de calidad, que aísle la estancia del exterior y ofrezca un gran confort tanto térmico como acústico.
Para que la temperatura exterior no llegue a la cara interior del acristalamiento, lo mejor es escoger un cerramiento con rotura de puente térmico y doble acristalamiento. En función de la distribución del mobiliario, se puede escoger un tipo de apertura de las hojas u otro. Las batientes restan más espacio interior, pero aíslan más que las correderas. Si se trata de una terraza cuyo techo está despejado, se puede elegir un techo acristalado o uno cerrado opaco.
Ventajas de cerramiento de terraza
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El cerramiento de terraza ayuda a climatizar la vivienda, tanto en verano como en invierno. El cerramiento actúa a modo de barrera térmica, sobre todo si es de PVC y cuenta con doble acristalamiento. De esta manera, es posible disfrutar de la terraza los 365 días del año, independientemente de la climatología.
Esta obra también ayuda a aislar la vivienda del ruido exterior, siempre y cuando el perfil sea de buena calidad y no transmita las ondas acústicas.
Uno de los principales motivos por el que cada vez más propietarios están interesados en cerrar la terraza es el aprovechamiento de este espacio. Se puede cerrar la terraza para añadir el espacio al salón o para crear un espacio de trabajo.
Cortinas de cristal
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Existe una solución intermedia al dilema de cerrar o no la terraza: las cortinas de cristal. Son un cerramiento prácticamente invisible, que se pueden abrir y cerrar totalmente o dejar abiertas parcialmente para regular el paso del aire y la temperatura. El exterior se aprecia con total naturalidad, como si la terraza estuviera abierta, sin ningún tipo de cerramiento.
Permisos y licencias
El primer paso es la elaboración del proyecto de cerramiento de terraza. Es un documento técnico en el que se detallan los materiales que se van a utilizar y el diseño de la obra.
Aunque el cerramiento de terraza es de uso exclusivo de los propietarios de la vivienda, la normativa exige la autorización de la comunidad de vecinos para poder llevar a cabo esta obra. Un requisito lógico ya que se están alertando elementos comunes del edificio.
Según el artículo 10.3 de la Ley de Propiedad Horizontal, para cerrar una terraza con todas las garantías legales hay que contar con la aprobación de las 3/5 partes de las cuotas de participación en la junta de propietarios.Los propietarios que no hayan asistido a la junta tienen 30 días a partir de la misma para manifestar su oposición.
Si la comunidad de vecinos da el visto bueno a la obra, el siguiente paso es solicitar la licencia municipal para regularizar el proyecto. El incremento de la superficie edificada podría superar el límite de edificabilidad de la finca y, de ser así, el Ayuntamiento denegaría el cerramiento.
Una vez obtenida la licencia municipal, hay que pagar los impuestos y tasas correspondientes, y acudir a la notaría y al Registro de la Propiedad para registrar la modificación que se ha llevado a cabo.
Es importante que todo esté en orden antes de llevar a cabo el cerramiento. De lo contrario, los propietarios de la vivienda podrían verse obligados a tirar la obra por no haber solicitado los permisos correspondientes.